Wednesday, April 9, 2025

Suben los remedios: Gobierno culpa a factores externos y farmacias alertan crisis

 Ante el encarecimiento de los medicamentos en el país, la ministra de Salud, María Renée Castro, aclaró que el fenómeno está vinculado a factores externos, principalmente el encarecimiento de los productos farmacéuticos en el país de origen y el aumento de los costos logísticos a nivel mundial. No obstante, el sector farmacéutico, que se declaró en emergencia informó que el incremento se debe a la escasez de divisas.

“Uno de los principales factores que incide en el alza es que los medicamentos ya están llegando más caros desde los países donde se producen. Las industrias que antes compraban a ciertos precios hoy enfrentan nuevas tarifas”, detalló Castro, sin mencionar la falta de dólares.

Además, subrayó el impacto del transporte marítimo: “El costo de las navieras ha subido considerablemente. Antes, por un contenedor se cobraba un monto determinado, pero hoy ese precio se ha incrementado en todo el mundo, y eso afecta directamente a los medicamentos que llegan como producto terminado, así como a los insumos que utiliza nuestra industria nacional”.

La ministra recalcó que no todos los medicamentos han subido de precio ni en los porcentajes que se han difundido públicamente. “El dato de que hay incrementos de hasta 200 % en todos los casos es erróneo. Estamos haciendo un análisis caso por caso, y no todos presentan ese nivel de aumento”.

El Ministerio ha iniciado mesas técnicas de trabajo con CIFABOL y ASOFAR, que representan a la industria nacional e importadores respectivamente, para comprender las razones de fondo y buscar mecanismos de solución. Hasta ahora, se han evaluado 16 medicamentos —la mayoría oncológicos— y se trabaja en el análisis de otros 40 productos.

“El objetivo es tener claridad sobre cada medicamento, su origen, su cadena de suministro y los motivos del aumento de precio, para tomar decisiones informadas y evitar el desabastecimiento en los hospitales públicos”, aseguró Castro.

El sector en emergencia

Este martes, la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) informó que desde inicios de la gestión 2024, manifestó al gobierno su preocupación por las dificultades que ya se atravesaban por la falta de acceso a dólares para el pago a proveedores del exterior y los efectos que conlleva el enfrentar sobrecostos en la importación de materias primas.

Además, del pago a proveedores de servicios de logística—transporte, así como a los propios proveedores locales que han subido sus precios.

Esta “problemática no resuelta y que se ha ido agravando en el tiempo al no tener soluciones de fondo, porque solo recibimos una insuficiente ayuda del Gobierno Nacional en un reducido acceso a divisas”, detalló la organización.

Gobierno culpa a factores externos y farmacias alertan crisis

Tuesday, April 8, 2025

Industria farmacéutica de Bolivia se declara en emergencia por la falta de dólares

 La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) se declaró este martes en emergencia ante la falta de dólares en el país que impide la compra de materia prima y medicamentos, por lo que pide al Gobierno de Luis Arce que encuentre "soluciones de fondo".

La Cifabol recordó que desde 2024 expresó al Ejecutivo su "preocupación" por la falta de acceso a las divisas para el pago a proveedores del exterior y por los efectos que conlleva los sobrecostos en la importación de materias primas, así como el alto costo de logística y transporte.

"Problemática no resuelta y que se ha ido agravando en el tiempo al no tener soluciones de fondo, porque solo recibimos una insuficiente ayuda del Gobierno Nacional en un reducido acceso a divisas", señala la Cámara Farmacéutica, mediante un comunicado de prensa.

Informó también que esta situación "es de pleno conocimiento del Gobierno" y que "incumplió" su compromiso de dotar de dólares a la industria farmacéutica "en las cantidades y frecuencias que se requieren".

"A la fecha nos hemos visto limitados en el abastecimiento al mercado público ya que los precios referenciales han dejado de ser competitivos al no permitir cubrir los sobrecostos que enfrentamos", dice el comunicado.

"Hacemos nuevamente un llamado al Gobierno Nacional para encontrar soluciones de fondo de manera conjunta con Cifabol y que se cumpla el compromiso de proveer a la industria farmacéutica nacional las divisas necesarias para la importación de insumos y pago de proveedores nacionales e internacionales", añadió Cifabol.

La Cámara farmacéutica sostuvo que "la salud pública es de alta prioridad para la población", por tanto rechaza que "algunas autoridades pretendan minimizar los efectos negativos de la falta de acceso a dólares (...) pretendiendo someternos a un ambiente de incertidumbre e inseguridad jurídica, por lo cual debemos declararnos en estado de emergencia".

En enero grupos de pacientes en Bolivia denunciaron a EFE que los medicamentos que requieren para sus tratamientos de enfermedades crónicas y otras ambulatorias han subido de precio en los últimos meses hasta en un 100 %, debido a la situación económica que se vive en el país, situación que aseguraron los pone en riesgo de hasta "perder la vida".

Pero el incremento de los medicamentos ya se notaba desde el año pasado, cuando los enfermos crónicos denunciaron que los medicamentos que necesitaban "con urgencia" habían subido de precio.

En noviembre de 2024 el Gobierno boliviano ordenó quitar los aranceles a las importaciones de medicamentos para enfermedades crónicas y también se conformó un comité de control de los precios en las farmacias, algo que hasta la fecha no se ha cumplido.

Bolivia sufre desde principios de 2023 una falta de liquidez de dólares, situación que se ha ido agudizando hasta la fecha cuando en el mercado paralelo esta divisa se encuentra hasta en 12,5 bolivianos, es decir casi el doble de la cotización oficial que es 6,96 bolivianos.

A esta falta de divisas se suma la escasez de combustibles y el alto precio de los productos de primera necesidad.


Falta de divisas: tensiones entre Gobierno y farmacéuticas por alza de precios de medicamentos

 La crisis en el sector farmacéutico boliviano generó una nueva controversia entre la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) y el Gobierno Nacional. El ejecutivo denunció un aumento de precios de hasta el 200% en medicamentos y culpó al sector de esta situación. En tanto las farmacéuticas informaron que tienen dificultades de acceso a divisas para la importación de insumos.

El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, anunció ayer lunes que se convocará a una reunión con la industria farmacéutica, a fin de que explique su estructura de costos. La medida responde a las protestas de ciudadanos ante el incremento significativo de precios en productos médicos.

“En la mayoría de los casos se ha incrementado en más del 50%, en algunos el 100% y en otros más del 200%. Entonces la industria farmacéutica le debe también una explicación al pueblo, al país”, declaró Silva.

La reunión está prevista para este jueves y contará con la participación de Cifabol y de la Agencia Estatal de Medicamentos (Agemed). 

El Gobierno busca conocer en detalle cuánto incide realmente el precio del dólar —particularmente el paralelo— en el costo final de los medicamentos, considerando que, según Silva, el Estado también facilita divisas al sector para la importación de insumos.

Postura del sector

Sin embargo, desde Cifabol se advirtió que la situación es crítica y que la producción de medicamentos está en riesgo debido a la persistente escasez de dólares. En un comunicado emitido este mismo lunes, la Cámara denunció que esta problemática, arrastrada desde inicios de 2024, se ha agravado por la falta de soluciones estructurales.

“El acceso a dólares para pagar a proveedores internacionales y locales se ha vuelto cada vez más limitado, lo que genera sobrecostos en la importación de materias primas y servicios logísticos”, señala el pronunciamiento. 

También rechazan las declaraciones que minimizan la crisis, advirtiendo que la falta de una respuesta efectiva podría afectar directamente el abastecimiento nacional de medicamentos.

Cifabol remarcó que ha hecho esfuerzos para mantener estable la producción, pero que la situación ya es insostenible. Al mismo tiempo, pidió al Gobierno un espacio de diálogo urgente para encontrar soluciones conjuntas y garantizar la continuidad del suministro de medicamentos.

Silva, por su parte, recordó que ya en 2024 se acordaron mecanismos de control de precios con el sector en Cochabamba, los cuales —según afirmó— no se están cumpliendo.


Monday, April 7, 2025

Medicamentos caros y escasos: una doble carga para los pacientes

 “No nos están dando nada. Lo único que llega son jeringas, extensores de suero y llaves de tres vías. No hay vancomicina, ni imipenem, ni ceftriaxona. Todo llega en cero”, reclama con impotencia una profesional del hospital Japonés, mientras sostiene una receta que llevó a la farmacia institucional. Allí, apenas le entregaron algunos insumos básicos, ya que el desabastecimiento de medicamentos, especialmente los más costosos, es crítico.

La carga de la escasez de remedios en los hospitales recae sobre los pacientes y sus familiares que hacen hasta lo imposible para conseguir los medicamentos que cada vez están más caros, ya que la falta de divisas ha provocado un incremento en los precios de hasta más de un 100%. 

En medio de la angustia del sistema hospitalario, los enfermos y sus familiares viven una doble angustia, la del dolor y la de no poder costear el tratamiento. Aportan con lo que pueden, recorren farmacias con la esperanza de encontrar precios más bajos, y cuando ya no  se acaban su opciones, se aferran a la fe, esperando que un milagro devuelva la salud a sus seres queridos. Pero muchas veces, los cuadros se agravan por la espera, y en el peor de los casos, algunos pacientes llegan a fallecer.

“Es triste”, dice una médica que cuenta que en algunas historias clínicas consta que los pacientes no tienen recursos para los medicamentos. Llegan con urgencias quirúrgicas, los médicos indican la intervención, pero en la farmacia les dicen que no hay medicamentos. 

“Pasan más de 24 horas mientras los familiares hacen hasta lo imposible para conseguir lo necesario, pero ese tiempo perdido muchas veces agrava el cuadro. En los peores casos, el paciente muere”, lamenta la profesional. “Si tuviéramos los medicamentos a mano, ese paciente ya estaría en cirugía”, agrega con frustración.

Uno de los casos más dolorosos fue el de un niño de cinco años que sufrió un paro en pleno quirófano. Su historia clínica deja constancia de que la madre no contaba con los medicamentos, simplemente porque no había en la farmacia y tampoco tenía recursos para comprarlos. Las horas pasaron antes de que el pequeño pudiera ser intervenido. Muchas veces, lo que falta es algo tan básico como un anestésico.

En el caso de los pacientes oncológicos, faltan sobre todo los medicamentos para las quimioterapias, que son costosos. 

“Han subido demasiado. No es lo ideal, pero a veces no tenemos otra opción que comprar medicinas de contrabando. Son más baratas, pero no tenemos ninguna garantía de que no estén vencidas”, lamenta Marcela, madre de un niño de cinco años con leucemia.

Su pequeño no tolera bien los medicamentos suministrados por el Sistema Único de Salud (SUS) y, por eso, ha tenido que recurrir a una terapia alternativa. Asegura que acceder a esos tratamientos es cada vez más difícil y costoso, más en un sistema que deja a las familias en la incertidumbre y el miedo constante de no poder seguir luchando por la vida de sus hijos.

Cita como ejemplo que antes compraban el medicamento para la quimioterapia (PEG-asparaginasa) en Bs 8.400, pero ahora está en más de Bs 10.000. “No hay bolsillo que aguante, la situación es crítica. Hay papás que no consiguen y se resignan”, cuenta. El Salbutamol que costaba Bs 20 ahora está casi en Bs 50. 

Comparten la frustración

Los rostros de angustias están en las puertas de los hospitales. María Elena Roca estaba en el sector  de emergencia a la espera de noticias de su hermana que ingresó al Japonés desde el día anterior, con el diagnóstico de un coagulo en la cabeza. En 24 horas gastaron unos Bs 5.000, que lograron reunir con aportes entre seis hermanos. Cada que salen y le entregan una recete revisan qué lograron conseguir del hospital, pero resignados empiezan a recolectar la cuota para ir a una farmacia a comprar lo que falta. 

“Cuando son seis remedios en la receta, solo nos dan uno o dos que, por lo general, es suero, bránula o el equipo para el suero, todo lo demás hay que buscarlo en otras farmacias”, dijo.

Asegura que los remedios están muy caros, por eso la receta más barata alcanza a Bs 200 y las demás suben de acuerdo con lo que piden.

La situación de Lucinda Ortiz es también angustiosa. Ella está buscando la forma de pagar un estudio que le pidieron para su hijo, pero eso tiene que hacerlo de forma particular. Con ayuda ha logrado que le rebajen Bs 7.800, porque dice que cuesta  más de Bs 9.000.

A su hijo lo están tratando por tuberculoma, pero el tratamiento no le ha favorecido, por eso quieren hacer nuevos estudios. “Los medicamentos no han hecho nada, por eso decidieron ver qué es lo que realmente tiene en el cerebro”, comentó.

Ella llegó desde de Aguas Calientes el 8 de marzo al hospital Japonés. Asegura que no tiene cómo costear tantos gastos, porque trabaja de ayudante de cocina y limpieza. “Me han dado la mano en lo que pueden, pero los remedios caros tengo que comprarlo. Todo es costoso, en la farmacia (del hospital) no hay medicamentos y no queda más  que comprar en otro lado”, dijo.

“Pregúntele a Dios cómo le hago cada día, porque es él quien me ayuda, es el que ve para que yo pueda conseguir los medicamentos que piden para mi hijo. Ni yo sé cómo puedo seguir, porque ni comer puedo. Por ejemplo, ahora gasté Bs 1.015 y en el bolsillo tengo Bs 40, mañana veremos qué dice Dios”, manifestó.

Alza de precios

El vicepresidente del Colegio de Bioquímica y Farmacias de Santa Cruz, Freddy Zeballos, señaló que el problema de la escasez de dólar ha afectado a todos los sectores, incluyendo al farmacéutico, toda vez que los precios de los medicamentos llegaron a subir hasta un 200%. Además, hay fármacos que no se encuentran porque las importadoras los han dejado de traer debido a la falta de divisas. 

El problema es crítico para las farmacias pequeñas, que al no poder sostener sus costos están cerrando. “Eso es lo triste, muchos colegas se están obligado a cerrar. Somos un sector profesional que generamos nuestra propia fuente de trabajo, contribuimos con impuestos y ahora estamos pasando a ser profesionales desocupados”, lamentó Zeballos.

Medicamentos para pacientes oncológicos que antes costaban Bs 600 ahora están en Bs 1.800.  Pero, el incremento afecta a casi todos los fármacos, corroboran familiares de pacientes. Analgésicos como el Paxelisis, que hasta el año pasado se compraba a Bs 16 la unidad subió a Bs 26; mientras que el Tramadol aumentó de Bs 6 a Bs 13 en menos de un mes.

El ministerio de Salud está en reuniones con la Asociación de Representantes, Importadores y Distribuidores de Fármacos (Asofar) para ver los precios y facilitar la compra de los medicamentos importados, por lo que esperan que se pueda encontrar alguna solución.

Se está viendo, principalmente, los oncológicos que es una necesidad en todo el país.

Los que importan medicamentos e insumos sostienen que el costo ha subido en el exterior, por lo que se está viendo si corresponde el incremento en el país.

También sufren por espacio

Muchas familias hacen malabares con sus presupuestos y entregan lo que pueden para comprar los medicamentos recetados, mientras otras viven el drama de esperar durante horas para que sus enfermos puedan ingresar a los servicios de urgencias, completamente llenos por la cantidad de pacientes.

La noche del jueves, la escena afuera de Emergencias del Japonés era desgarradora. Tres ambulancias permanecían estacionadas con pacientes recostados en camillas, aguardando que se libere un espacio dentro del hospital. 

En una de ellas, una madre y una médica luchaban por salvarle la vida a un bebé. Las horas parecían interminables, mientras  la doctora le brindaba respiración manual con un ambú, turnándose con otra colega. Sabían que si dejaban de bombear, el pequeño podría dejar de respira y morir.

Utilizaban un equipo que en otros países ya está en desuso, pero su compromiso con la vida era más grande que cualquier limitación. No estaban dispuestas a rendirse.

Cruzando la puerta, en el pasillo de Emergencias, los pacientes recibían asistencia sentados en sillas plásticas o en camillas. Había 15 persona acomodadas en camilla o sentadas, incluso detrás de la puerta. 

“No sabemos hasta cuándo va a estar así, lleva dos días en el pasillo y no hay espacio en internación”, se quejó la familiar de una paciente.
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