Acción Terapéutica: Antipsicótico atípico
Forma Farmacéutica: Comprimidos recubiertos
Laboratorio: Saval
Distribuido por: Farmaval
Forma farmacéutica y formulación
QUETIUM 25 mg
Cada comprimido recubierto contiene:
Quetiapina 25 mg
Excipientes c.s.p. 1 comprimido
QUETIUM 100 mg
Cada comprimido recubierto contiene:
Quetiapina 100 mg
Excipientes c.s.p. 1 comprimido
QUETIUM 200 mg
Cada comprimido recubierto contiene:
Quetiapina 200 mg
Excipientes c.s.p. 1 comprimido
Indicaciones terapéuticas
QUETIUM está indicado en:
Tratamiento de la esquizofrenia.
Tratamiento de episodios maniacos asociados con el trastorno bipolar.
Episodios depresivos asociados con el trastorno bipolar.
Prevención
de recurrencias en el tratamiento de mantención del desorden bipolar
(episodios maniacos, mixtos o depresivos) en combinación con litio o
valproato.
Farmacocinética y farmacodinamia
Quetiapina es un antipsicótico atípico. Quetiapina y el metabolito
plasmático humano activo, norquetiapina, interaccionan con un amplio
rango de receptores de neurotransmisión. Quetiapina y norquetiapina
muestran afinidad por los receptores cerebrales de serotonina 5-HT2 y
por los D1 y D2 de dopamina. Se cree que esta combinación de antagonismo
de receptores con una mayor selectividad relativa para los receptores
5-HT2 que para los D2 contribuye a las propiedades antipsicóticas
clínicas y a la baja incidencia de efectos secundarios extrapiramidales
en comparación con los antipsicóticos típicos. Adicionalmente,
norquetiapina posee una alta afinidad por el transportador de
norepinefrina (NET). Quetiapina y norquetiapina posee una alta afinidad
por los receptores a1 adrenérgicos e histaminérgicos, con una afinidad
más baja por los receptores a2 adrenérgicos y 5-HT1A de la serotonina.
Quetiapina no posee una afinidad apreciable por los receptores
muscarínicos o benzodiazepínicos.
Perfil farmacocinético:
Absorción:
Quetiapina, administrada oralmente, es adecuadamente absorbida y se
metaboliza extensamente. La biodisponibilidad de quetiapina no está
significativamente afectada por la administración con alimentos. Las
concentraciones molares máximas en estado de equilibrio del metabolito
activo norquetiapina son el 35% de las observadas para quetiapina. La
farmacocinética de quetiapina y de norquetiapina es lineal en el rango
posológico aprobado.
Distribución: La quetiapina se distribuye
ampliamente en todo el cuerpo con un volumen de distribución aparente
de 10 ± 4 l/kg. Quetiapina se une en un 83% aproximadamente a las
proteínas plasmáticas, no afecta la unión de warfarina o diazepam a la
albúmina plasmática humana, y viceversa.
Metabolismo:
Quetiapina se metaboliza extensamente en el hígado, representando el
compuesto original menos del 5% del material relacionado con el fármaco
sin alterar en orina o heces tras la administración de quetiapina
radiomarcada. La literatura menciona que investigaciones in vitro
establecieron que CYP3A4 es la enzima responsable del metabolismo de
quetiapina mediado por el citocromo P450. Norquetiapina se forma y
elimina principalmente a través de CYP3A4.
Aproximadamente el 73% de la radioactividad se excreta en orina y el 21% en heces.
Excreción: Las vidas medias de eliminación de quetiapina y norquetiapina son de aproximadamente 7 y 12 horas, respectivamente.
La
fracción de dosis molar promedio de quetiapina libre y del metabolito
plasmático humano activo norquetiapina se excreta en la orina en una
cantidad < 5%.
Farmacocinética en poblaciones especiales:
Género: La cinética de quetiapina no difiere entre hombres y mujeres.
Deterioro de la función hepática:
El clearance plasmático medio de quetiapina reduce en aproximadamente
un 25% en personas con alteración hepática conocida (cirrosis alcohólica
estable). Ya que quetiapina se metaboliza extensamente en el hígado, se
esperan niveles plasmáticos elevados en la población con alteración
hepática, pudiéndose requerir un ajuste posológico en estos pacientes de
25 a 50 mg/día hasta una dosis eficaz dependiendo de la respuesta y
tolerabilidad clínica del paciente.
Deterioro de la función renal:
El clearance plasmático medio de quetiapina se redujo en
aproximadamente un 25% en sujetos con alteración renal grave (clearance
de creatinina inferior 30 ml/min/1,73 m²), pero los valores individuales
de clearance se encuentran dentro del rango para sujetos normales. No
se requiere ajuste de dosis.
Población geriátrica: Quetiapina
se debe administrar con precaución en los ancianos especialmente al
inicio de la terapia. La titulación de la dosis debería ser más lenta y
la dosis terapéutica más baja que en los pacientes más jóvenes
dependiendo de la tolerabilidad clínica del paciente.
El clearance
medio de quetiapina en los ancianos es de aproximadamente un 30 a un 50%
inferior que el observado en adultos de 18 a 65 años de edad.
Contraindicaciones
QUETIUM está contraindicado en pacientes con antecedentes de hipersensibilidad a quetiapina o a cualquiera de los componentes de la formulación.
Precauciones generales
Niños y adolescentes: Quetiapina no está recomendada para el uso en
niños y adolescentes menores de 18 años de edad, debido a la falta de
datos para avalar su uso en este grupo de edad.
Suicidio/pensamientos
suicidas o empeoramiento clínico: Este medicamento no debe
administrarse a menores de 18 años de edad. Se ha visto que el uso de
antidepresivos en niños y adolescentes aumenta el riesgo de pensamientos
y conductas suicidas.
La depresión en el trastorno bipolar se asocia
a un aumento del riesgo de pensamientos suicidas, autolesiones y
suicidio. Este riesgo persiste hasta que se produce una remisión
significativa. Puesto que la mejoría podría no producirse durante las
primeras semanas o más de tratamiento, se debe controlar estrechamente a
los pacientes hasta que se produzca tal mejoría. Es común en la
práctica clínica que el riesgo de suicidio pueda aumentar en las fases
iniciales de la recuperación.
Además, los médicos deben considerar el
posible riesgo de acontecimientos relacionados con el suicidio tras la
suspensión brusca del tratamiento con quetiapina, debido a los conocidos
factores de riesgo para la enfermedad en tratamiento para las cuales
quetiapina está indicada.
Otras enfermedades psiquiátricas para las
que se prescribe quetiapina pueden también estar asociadas con un
aumento del riesgo de acontecimientos relacionados con el suicidio.
Además, estas enfermedades pueden ser comorbidas con los episodios
depresivos mayores. Por tanto, las mismas precauciones que se toman
cuando se trata a pacientes con episodios depresivos mayores deben
tomarse cuando se trate a pacientes con otras enfermedades
psiquiátricas.
En un análisis de 24 estudios clínicos a corto plazo
(4 meses), que involucran a 4400 pacientes niños con depresión mayor,
desorden obsesivo-compulsivo u otras alteraciones psiquiátricas, placebo
controlados, quienes fueron tratados con antidepresivos inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina y antidepresivos de otra
clase, se observó un incremento del doble en riesgo de suicidio del
grupo que recibió el antidepresivo versus el grupo que recibió placebo
(4% versus 2%). Este meta-análisis no incluye estudios que involucren
quetiapina.
Antes de iniciar la terapia con un antidepresivo se deben
investigar cuidadosamente los antecedentes psiquiátricos del paciente,
incluyendo historia familiar y personal de suicidios y desorden bipolar.
Síntomas
extrapiramidales: El uso de quetiapina se ha asociado con el desarrollo
de acatisia, caracterizada por una inquietud subjetivamente
desagradable o angustiosa y la necesidad de moverse a menudo acompañada
por una incapacidad para sentarse o quedarse quieto. Esto es más
probable que ocurra en las primeras semanas de tratamiento. En pacientes
que desarrollan estos síntomas, un aumento de la dosis puede ser
perjudicial.
Discinesia tardía: La discinesia tardía es un síndrome
de movimientos discinéticos potencialmente irreversibles, involuntarios,
que se pueden desarrollar en pacientes tratados con drogas
antipsicóticas incluyendo quetiapina. Si aparecen signos y síntomas de
discinesia tardía, se deberá considerar una reducción de la dosis o la
discontinuación de quetiapina. Los síntomas de discinesia tardía pueden
empeorar o incluso aumentar luego de descontinuación del tratamiento.
En
los estudios clínicos controlados con placebo para la esquizofrenia y
manía bipolar la incidencia de síntomas extrapiramidales (EPS) no fue
diferente de la observada con placebo a través del rango de dosis
terapéutica recomendada. Esto predice que quetiapina tienen menos
potencial que los agentes antipsicóticos estándar de inducir discinesia
tardía en pacientes con esquizofrenia y manía bipolar. En estudios
clínicos controlados con placebo, de corto plazo, para la depresión
bipolar, desorden depresivo mayor, la incidencia de EPS era más alta en
pacientes tratados con quetiapina que en pacientes tratados con placebo.
Somnolencia
y mareo: El tratamiento con quetiapina se ha asociado con somnolencia y
síntomas relacionados, tales como sedación. Los pacientes con depresión
bipolar que experimenten somnolencia de intensidad fuerte podrían
requerir un contacto más frecuente durante un mínimo de 2 semanas desde
el comienzo de la somnolencia, o hasta que mejoren los síntomas y podría
ser necesario que se considere la discontinuación del tratamiento.
El
tratamiento con quetiapina se ha relacionado con hipotensión
ortostática y mareo asociado que, como somnolencia, tiene comienzo
normalmente durante el periodo inicial de ajuste de la dosis. Esto
podría aumentar la aparición de lesiones accidentales (caídas),
especialmente en los pacientes de edad avanzada. Por lo tanto, se debe
advertir a los pacientes de que actúen con precaución hasta que se
familiaricen con los posibles efectos de la medicación.
Cardiovascular:
Quetiapina será empleada con precaución en pacientes con enfermedad
cardiovascular conocida, enfermedad cerebrovascular u otras condiciones
que predispongan a hipotensión. Quetiapina puede inducir hipotensión
ortostática, especialmente durante el periodo inicial de titulación de
dosis y, por lo tanto, si esto ocurre, se debe considerar una reducción
de la dosis o una titulación más gradual. Se puede considerar una pauta
de titulación más lenta en pacientes con enfermedad cardiovascular
subyacente.
Convulsiones: No se dispone de datos de la incidencia de
convulsiones en pacientes con antecedentes de trastorno convulsivo. Como
con otros antipsicóticos, se recomienda precaución cuando se traten
pacientes con antecedentes de convulsiones.
Síndrome neuroléptico
maligno: El síndrome neuroléptico maligno se ha asociado al tratamiento
con antipsicóticos, incluyendo quetiapina. Las manifestaciones clínicas
incluyen hipertermia, estado mental alterado, rigidez muscular,
inestabilidad autonómica y aumento de creatina-fosfocinasa. En tal caso,
se debe interrumpir el tratamiento con quetiapina y se debe
proporcionar el tratamiento médico apropiado.
Neutropenia grave: Se
ha notificado de forma poco frecuente neutropenia grave (recuento de
neutrófilos < 0,5 x 109/l). La mayoría de los casos de neutropenia
grave han tenido lugar en los dos primeros meses tras el comienzo del
tratamiento con quetiapina. Durante la experiencia de
postcomercialización, tras la suspensión del tratamiento con quetiapina,
se ha observado la resolución de la leucopenia y/o neutropenia. Los
posibles factores de riesgo para la neutropenia incluyen un recuento
bajo preexistente de glóbulos blancos y antecedentes de neutropenia
inducida por medicamentos. Se debe interrumpir la administración de
quetiapina en pacientes con un recuento de neutrófilos < 1,0 x 109/l.
Se debe observar a los pacientes en cuanto a la aparición de signos y
síntomas de infección y se debe realizar un seguimiento de los recuentos
de neutrófilos, hasta que superen 1,5 x 109/l.
Peso: Se han
notificados aumento de peso en pacientes que han sido tratados con
quetiapina, y deben ser supervisados realizándose un control clínico
adecuado de acuerdo con las guías para el uso de antipsicóticos.
Hiperglucemia
y diabetes mellitus: Se ha reportado hiperglicemia, en algunos casos
asociado a cetoacidosis, coma hiperosmolar o muerte, en pacientes que
consumen antipsicóticos atípicos y la hiperglicemia, como tampoco el
riesgo asociado.
Los pacientes diabéticos que comiencen en
tratamiento con antipsicóticos atípicos deberán ser estrechamente
controlados. Aquellos con factores de riesgo de desarrollar diabetes
mellitus (obesos o historia familiar de diabetes) deberán ser sometidos a
un test de tolerancia a la glucosa al comenzar y periódicamente durante
el tratamiento con antipsicóticos atípicos. Todos los pacientes que
consuman este tipo de principios activos deberán ser vigilados respecto a
la aparición de síntomas que sugieran hiperglicemia (polidipsia,
polifagia, poliuria y debilidad). Si el paciente desarrolla
hiperglicemia, se le deberá practicar un test de tolerancia a la
glucosa.
Lípidos: Puede haber un aumento de triglicéridos, colesterol
LDL y total, y disminución de colesterol HDL en el tratamiento con
quetiapina. Se deben controlar los cambios de lípidos de manera
clínicamente apropiada.
Riesgo metabólico: Dado los cambios en el
peso, glucosa en sangre y lípidos, los pacientes (incluyendo los que
tienen valores basales normales) podrían experimentar un empeoramiento
de su perfil de riesgo metabólico, lo que debe ser controlado de una
forma clínicamente apropiada.
Prolongación del QT: Como con otros
antipsicóticos, se debe tener precaución cuando se prescriba quetiapina
en pacientes con enfermedad cardiovascular o antecedentes familiares del
prolongación del QT. También se debe tener precaución cuando se
prescriba quetiapina con medicamentos que se sabe que aumenta los
intervalos QT o neurolépticos de forma concomitante, especialmente en
ancianos, en pacientes con síndrome congénito de QT largo, insuficiencia
cardiaca congestiva, hipertrofia cardiaca, hipopotasemia o
hipomagnesemia.
Retirada: Si se suspende de forma brusca el
tratamiento con quetiapina pueden aparecer síntomas de retirada agudos,
tales como insomnio, náuseas, cefalea, diarrea, vómitos, mareo e
irritabilidad. Se aconseja una retirada gradual del tratamiento durante
un período de al menos una a dos semanas.
Pacientes geriátricos con
psicosis relacionadas con demencia: Quetiapina no está aprobada para el
tratamiento de pacientes con psicosis relacionada con demencia.
En un
meta-análisis de antipsicóticos atípicos, se ha divulgado que los
pacientes ancianos con psicosis relacionada con demencia presentan mayor
riesgo de muerte en comparación con placebo. Sin embargo, en dos
estudios con quetiapina controlados con placebo de 10 semanas de
duración en la misma población de pacientes (n=710; edad media: 83 años;
intervalo: 56 – 99 años) la incidencia de mortalidad en pacientes
tratados con quetiapina fue del 5,5% frente al 3,2% en el grupo placebo.
Los pacientes de estos ensayos fallecieron debido a diferentes causas
acordes con las expectativas para esta población, muchas de ellas fueron
de naturaleza cardiovascular o infecciosa. Estos datos no establecen
una relación causal entre el tratamiento con quetiapina y el
fallecimiento de pacientes ancianos con demencia.
Disfagia: Se ha
notificado disfagia con quetiapina. Se debe utilizar quetiapina con
precaución en pacientes con riesgo de neumonía por aspiración.
Tromboembolismo
venoso (TEV): Se han notificado casos de tromboembolismo venoso (TEV)
con medicamentos antipsicóticos. Ya que los pacientes tratados con
antipsicóticos a menudo presentan factores de riesgo adquiridos de TEV
antes y durante el tratamiento con quetiapina y llevar a cabo las
medidas preventivas.
Pancreatitis: Se ha notificado pancreatitis en
ensayos clínicos y durante la post-comercialización. Entre los informes
posteriores a la comercialización, aunque no en todos los casos los
pacientes presentaban factores de riesgo, muchos de ellos tenían
factores que se sabe están asociados con pancreatitis tales como aumento
de triglicéridos, cálculos biliares y consumo de alcohol.
Estreñimiento
y Obstrucción intestinal: se han reportado casos de estreñimiento y
obstrucción intestinal en pacientes tratados con quetiapina.
Cataratas:
se recomienda al iniciar el tratamiento o prontamente iniciado realizar
exámenes del cristalino con métodos adecuados.
Información
adicional: Los datos de quetiapina en combinación con valproato de
demisodio o litio en los episodios maníacos agudos moderados a graves
son limitados; sin embargo, el tratamiento con combinación fue bien
tolerado. Los datos mostraron un efecto aditivo en la semana 3.
Uso
en ancianos: No se han observado problemas geriátricos específicos que
limiten el uso de la quetiapina en los pacientes de edad avanzada, según
los estudios que han incluido pacientes mayores de 65 años de edad.
Uso
pediátrico: La seguridad y eficacia de quetiapina no han sido evaluadas
en los pacientes pediátricos. No se recomienda su uso en niños y
adolescentes menores de 18 años.
Restricciones en el embarazo y la lactancia
Embarazo: Categoría C. La seguridad y eficacia de
quetiapina no se han evaluado durante el embarazo en seres humanos. Por
lo tanto, QUETIUM sólo se debe utilizar durante el embarazo si los
beneficios justifican los riesgos potenciales.
Lactancia: Se
desconoce el grado en el cual quetiapina se excreta en la leche humana.
Por lo tanto, se debe aconsejar a las mujeres que estén amamantando que
eviten amamantar durante el tratamiento con QUETIUM.
Reacciones secundarias y adversas
Las reacciones adversas al fármaco más comúnmente divulgadas con
quetiapina son somnolencia, mareos, boca seca, astenia leve,
estreñimiento, taquicardia, hipotensión ortostática y dispepsia.
Las
incidencias de reacciones adversas asociadas a la terapia con
quetiapina, se tabulan a continuación según el formato recomendado por
el Consejo para las Organizaciones Internacionales de las Ciencias
Médicas (Grupo de Trabajo CIOMS III; 1995)
Reacciones adversas muy comunes (≥ 10%):
- Trastornos gastrointestinales: Boca seca.
- Desordenes generales y condiciones del sitio de administración: Síntomas por discontinuación.
-
Investigaciones: Elevaciones en los niveles de triglicéridos
plasmáticos, elevaciones en el colesterol total (predominantemente
colesterol LDL), disminución de colesterol HDL, aumento de peso,
disminución de hemoglobina.
- Trastornos del sistema nervioso: Mareos, somnolencia.
Reacciones adversas comunes (≥ 1% - < 10%):
- Trastornos del sistema de la sangre y linfático: Leucopenia.
- Trastornos cardíacos: Taquicardia.
- Trastornos oculares: Visión borrosa.
- Trastornos gastrointestinales: Constipación, dispepsia.
- Trastornos generales y condiciones del sitio de administración: Astenia leve, edema periférico, irritabilidad.
-
Investigaciones: Elevaciones en las transaminasas plasmáticas (ALT,
AST), conteo de neutrófilos disminuido, elevaciones de glucosa sanguínea
a nivel hiperglicémico, elevación de prolactina sérica.
- Trastornos del sistema nervioso: Síncope, síntomas extrapiramidales, disartria.
- Metabolismo y desórdenes de nutrición: Aumento de apetito.
- Trastornos respiratorios, torácicos y mediastinales: Disnea.
- Trastornos vasculares: Hipotensión ortostática.
- Desordenes psiquiátricos: Sueños anormales y pesadillas.
Reacciones adversas no comunes (≥ 0,1% - < 1%):
- Trastornos del sistema cardiovascular: Bradicardia.
- Desordenes gastrointestinales: Disfagia.
- Trastornos del sistema inmunológico: Hipersensibilidad.
- Investigaciones: Elevaciones en los niveles de gamma-GT.
- Trastornos del sistema nervioso: Convulsiones, síndrome de piernas inquietas, discinesia tardía.
Reacciones adversas raras (≥ 0,01% - < 0,1%):
- Trastornos generales y condiciones del sitio de administración: Síndrome neuroléptico maligno.
- Investigaciones: Elevaciones de creatin fosfoquinasa en sangre.
- Trastornos del sistema reproductor y las mamas: Priapismo, galactorrea.
Reacciones adversas muy raras (< 0,01%):
- Desordenes del sistema inmune: Reacción anafiláctica.
Niveles
tiroideos: El tratamiento con quetiapina estuvo asociado a pequeñas
disminuciones asociadas a la dosis en los niveles de la hormona
tiroidea, particularmente de T4 total y T4 libre. La reducción en T4
total y libre era máxima durante las primeras dos a cuatro semanas del
tratamiento con quetiapina, sin reducción adicional durante el
tratamiento a largo plazo.
En casi todos los casos, el cese del
tratamiento con quetiapina se asoció a una revocación de los efectos
sobre el T4 total y libre, independiente de la duración del tratamiento.
Las reducciones menores en el T3 total y la reversión de T3 solo se
observaron a las dosis más altas. Los niveles de TBG se mantuvieron
inalterados y en general no se observaron recíprocos en TSH, sin
indicación que quetiapina causa a hipotiroidismo clínicamente relevante.
Interacciones medicamentosas y de otro género
Dado los efectos primordialmente sobre el sistema nervioso central
de quetiapina, QUETIUM se debe utilizar con precaución conjuntamente con
los otros fármacos de acción central y alcohol.
Se debe ejercer
precaución si se utiliza concomitantemente quetiapina con otros fármacos
conocidos que causan desbalance electrolítico o aumentan el intervalo
QT.
La farmacocinética del litio no se vio alterada cuando se administra conjuntamente con QUETIUM.
La
farmacocinética del valproato sódico y de quetiapina no fueron
alterados a un grado clínicamente relevante cuando estos fármacos se
administran conjuntamente.
La farmacocinética de quetiapina no se
alteró significativamente después de la co-administración con los
antipsicóticos risperidona o haloperidol. Sin embargo la administración
conjunta de quetiapina y tioridazina ocasionó incrementos en el
clearance de quetiapina.
El citocromo P450 CYP3A4 es la enzima que es
responsable principalmente del metabolismo de quetiapina mediado por el
citocromo P450. En un estudio de interacción con voluntarios sanos, la
administración concomitante de quetiapina (dosis de 25 mg) con
ketoconazol, un inhibidor de CYP3A4, produjo un aumento de 5 a 8 veces
en el AUC de quetiapina. En base a esto, está contraindicado el uso
concomitante de quetiapina con inhibidores de CYP3A4. Tampoco está
recomendado consumir jugo de pomelo durante el tratamiento con
quetiapina.
En un estudio de dosis múltiples en pacientes para
evaluar la farmacocinética de quetiapina administrada antes y durante el
tratamiento con carbamazepina (un conocido inductor de enzimas
hepáticas), la co-administración de carbamazepina incrementó
significativamente el clearance de quetiapina. Este incremento en el
clearance se redujo, por término medio, la exposición sistémica a
quetiapina (determinada mediante el AUC) hasta un 13% en comparación a
la exposición durante la administración de quetiapina sola, aunque en
algunos pacientes se observó un efecto mayor. Como consecuencia de esta
interacción, se pueden producir concentraciones plasmáticas menores, lo
que puede afectar a la eficacia del tratamiento con quetiapina. La
co-administración de quetiapina y fenitoína (otro inductor de la enzima
microsomal) causó un clearance altamente incrementado de quetiapina en
aproximadamente un 450%. En pacientes que están siendo tratados con un
inductor de enzimas hepáticas, el tratamiento con quetiapina se deberá
iniciar solamente si el médico considera que los beneficios de
quetiapina superan los riesgos de retirar el inductor de enzimas
hepáticas. Es importante que todo cambio en el inductor sea gradual y,
si se quiere, sea reemplazado por un no inductor (por ejemplo valproato
de sodio).
La farmacocinética de quetiapina no se alteró
significativamente por la co-administración de los antidepresivos
imipramina (un conocido inhibidor de CYP2D6) o fluoxetina (un conocido
inhibidor de CYP3A4 y de CYP2D6).
La farmacocinética de quetiapina no
se alteró tras la co-administración con cimetidina. Ha habido
notificaciones de falsos positivos en enzimoinmunoensayos para metadona y
antidepresivos tricíclicos en pacientes que han tomado quetiapina. Se
recomienda la confirmación de los resultados cuestionables de la
detección por inmunoensayos mediante una técnica de cromatografía
apropiada.
Precauciones en relación con efectos de carcinogénesis, mutagénesis, teratogénesis y sobre la fertilidad
Carcinogénesis: La bibliografía describe un estudio en
ratas (dosis 0, 20, 75 y 250 mg/kg/día) la incidencia de adenocarcinomas
mamarios se vio aumentada a todas las dosis en las ratas hembra,
consecuentes a hiperprolactinemia prolongada.
En las ratas macho (250
mg/kg/día) y el ratón (250 y 750 mg/kg/día), había una incidencia
creciente de adenomas benignos de la célula folicular de la tiroides,
concordante con los mecanismos específicos a los roedores que se sabe
resultan del mayor clearance hepático de la tiroxina.
Mutagénesis: Estudios genéticos de la toxicidad de la quetiapina demuestran que no es mutagénica o clastogénica.
Deterioro de la fertilidad:
La literatura describe efectos relacionados con niveles elevados de
prolactina (reducción marginal en la fertilidad masculina y
pseudoembarazo, períodos de diestro prolongados, intervalo precoital
creciente y tasa reducida de embarazo) observados en ratas, aunque éstos
no son directamente relevantes a los seres humanos debido a diferencias
de especies en el control hormonal de la reproducción. Quetiapina no
posee efectos teratogénicos.
Dosis y vía de administración
Según prescripción médica. Existen regímenes de dosificación
diferentes para cada indicación. Por lo tanto, se debe asegurar que los
pacientes reciban una clara información sobre la dosificación adecuada
para su enfermedad. QUETIUM puede ser administrado con o sin alimentos.
Dosis adultos:
Tratamiento de la esquizofrenia:
QUETIUM debe ser administrado dos veces al día. La dosis diaria total
durante los cuatro primeros días de tratamiento es de 50 mg (día 1), 100
mg (día 2), 200 mg (día 3) y 300 mg (día 4). A partir del cuarto día,
la dosis se titulará a la dosis efectiva usual de 300 a 450 mg/día.
Dependiendo de la respuesta clínica y tolerabilidad de cada paciente, la
dosis se puede ajustar dentro del rango de 150 a 750 mg/día.
Tratamiento de los episodios maníacos moderados a graves en el trastorno bipolar:
QUETIUM debe ser administrado dos veces al día. La dosis diaria total
para los cuatro primeros días de tratamiento es 100 mg (día 1), 200 mg
(día 2). 300 mg (día 3) y 400 mg (día 4). Los ajustes posológicos
posteriores hasta 800 mg/día en el día 6 deben realizarse en incrementos
no superiores a 200 mg/día. La dosis puede ajustarse dependiendo de la
respuesta clínica y tolerabilidad de cada paciente dentro del rango de
200 a 800 mg/día. La dosis efectiva usual está en el rango de 400 a 800
mg/día.
Tratamiento de los episodios depresivos en el trastorno bipolar:
QUETIUM debe ser administrado una vez al día al acostarse. La dosis
diaria total durante los cuatro primeros días de tratamiento es de 50 mg
(día 1), 100 mg (día 2), 200 mg (día 3) y 300 mg (día 4). La dosis
diaria recomendada es de 300 mg. En ensayos clínicos no se observó un
beneficio adicional en el grupo de 600 mg en comparación con el grupo de
300 mg. Algunos pacientes pueden beneficiarse de una dosis de 600 mg.
Las dosis superiores a 300 mg deben ser iniciadas por médicos con
experiencia en el tratamiento del trastorno bipolar. En algunos
pacientes, en caso de problemas de tolerancia, los ensayos clínicos han
indicado que se puede considerar una reducción de la dosis hasta un
mínimo de 200 mg.
Prevención de recurrencias en el tratamiento de mantención del trastorno bipolar:
Los pacientes que han respondido a QUETIUM para el tratamiento del
trastorno bipolar agudo deben continuar con la terapia con QUETIUM con
el mismo régimen de dosis. La dosis de QUETIUM puede ser reajustada
dependiendo de la respuesta clínica y tolerabilidad individual del
paciente dentro del rango de dosis administrado 400 a 800 mg/día, en
conjunto con litio o divalproato ácido de sodio.
Vía de administración: Oral.
Manifestaciones y manejo de la sobredosificación o ingesta accidental
En estudios clínicos, se ha reportado sobrevivencia en sobredosis
aguda por sobre 30 g de quetiapina. Muchos de los pacientes con
sobredosis reportaron no tener eventos adversos y recuperación completa
de los eventos reportados. Muerte se reportó en un estudio clínico
posterior a una sobredosis de 13,6 g de quetiapina sola.
En la
experiencia post-comercialización, hubo casos reportados de prolongación
QT por sobredosis. Los pacientes con enfermedad cardiovascular
pre-existente severa pueden tener un riesgo elevado de los efectos de
sobredosis.
En general, los signos y síntomas reportados fueron
aquellos que resultaban de una exageración de los efectos farmacológicos
conocidos del fármaco, es decir somnolencia y sedación, taquicardia e
hipotensión.
Tratamiento general de la sobredosis: No existe
un antídoto específico para quetiapina. En casos de una intoxicación
severa. Se deberá considerar la posibilidad de implicación de múltiples
fármacos, y se recomienda el uso de procedimientos de cuidado intensivo,
incluyendo establecer y mantener una vía aérea patente, asegurando la
oxigenación y ventilación adecuada, y supervisión y soporte del sistema
cardiovascular.
La supervisión y monitoreo médico cercano debe continuar hasta que el paciente se recupera.
Presentaciones
QUETIUM 25 mg: Caja por 30 comprimidos recubiertos.
QUETIUM 100 mg: Caja por 30 comprimidos recubiertos.
QUETIUM 200 mg: Caja por 30 comprimidos recubiertos.
Recomendaciones sobre almacenamiento
Almacenar a la temperatura indicada en el envase. Mantener en su envase original protegido del calor, luz y humedad.
Leyendas de protección
No dejar al alcance de los niños. No usar este producto después de la fecha de vencimiento indicada en el envase. No repita el tratamiento sin antes consultar a su médico. No recomiende este medicamento a otra persona.
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